1. No definir claramente las necesidades de movilidad
Muchas empresas contratan servicios de movilidad sin tener claro si necesitan transporte diario, puntual o bajo demanda. Esto genera sobrecostes o ineficiencia operativa.
Solución: analiza rutas, horarios, número de usuarios y frecuencia antes de contratar.
2. No integrar la movilidad con el resto de herramientas corporativas
Cuando el sistema de transporte funciona en silos, se pierde visibilidad y se duplican tareas administrativas.
Solución: usa plataformas como Deiviator que permiten integraciones con ERPs, CRMs y sistemas internos.
3. No considerar el impacto del soporte al usuario
Sin un call center o canal de comunicación claro, las incidencias y retrasos se multiplican, afectando la experiencia del usuario final.
Solución: prioriza soluciones con atención integrada y trazabilidad de incidencias.
4. Falta de control y métricas de uso
Empresas que no miden el uso real, los kilómetros recorridos o los niveles de satisfacción están perdiendo oportunidades de mejora.
Solución: elige plataformas con analítica avanzada y paneles de control accesibles.
5. Elegir solo por precio (y no por valor)
Los proveedores más baratos a menudo ofrecen menos personalización, soporte limitado o herramientas poco escalables.
Solución: evalúa el coste total de propiedad (TCO) y el retorno de inversión potencial.
Conclusión
Contratar servicios de movilidad corporativa sin estrategia puede salir caro. Con herramientas como Deiviator puedes evitar estos errores y obtener una solución escalable, eficiente y adaptada a tu empresa.
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